El primer libro que leí de Ricardo Menéndez Salmón fue
El derrumbe y después vino
El corrector. Entusiasmo es la palabra que me causaron ambas obras. Un estilo propio, temas universales, una voz literariamente joven. Hace unos meses, tras varios años de preparación, ha publicado
Niños en el tiempo. Tras su lectura, casi inconscientemente, he dejado reposar la impresión que me causó. Es una novela muy buena, pienso. Pero al mismo tiempo, ¿es tan buena como las anteriores, no tiene unos imprevistos puntos débiles?