Me gusta la literatura, el cine, leer, escribir, contar lo que pasa a mi alrededor. Describir la realidad y la ficción, que se abrazan y se confunden en una misma historia
jueves, 27 de diciembre de 2012
viernes, 14 de diciembre de 2012
Los periodistas se suspenden a sí mismos en cuanto a independencia
Más de 200 medios han cerrado a causa de la crisis
Hay 27.443 periodistas en paro, el triple que hace un año
Los periodistas se suspenden a sí mismos en cuanto a independencia profesional, según recoge el Informe Anual de la Profesión Periodística 2012, elaborado por la Asociación de la Prensa de Madrid. Debe ser una de las pocas profesiones con cierto grado de autocrítica, al mismo tiempo que una de las más insolidarias entre quienes la ejercen. Tal vez el "problema" es que se trata de uno de los pocos oficios vocacionales que siguen existiendo y se traga con casi todo: empleo precario, contratos por horas para trabajar más tiempo que jornada completa, no se pagan horas extra, falsos "autónomos" para ahorrar dinero a las empresas...
jueves, 13 de diciembre de 2012
Así empieza "La Ilíada"
Canta, oh diosa, la cólera del Pelida Aquiles; cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos y precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes, a quienes hizo presa de perros y pasto de aves cumplíase la voluntad de Zeus desde que se separaron disputando el Atrida, rey de hombres, y el divino Aquiles.
Expedición a la verdad
Franz Kafka |
martes, 11 de diciembre de 2012
La literatura española, los más vendidos y el mundo que nos rodea
Estoy leyendo El tiempo entre costuras. Sí, ahora que ya pasó la avalancha y María Dueñas tiene nuevo libro a la venta, Misión Olvido. No soy de los que opinan que, automáticamente, la calidad de un libro es inversamente proporcional a sus ventas, ni mucho menos. Pero me pasó lo mismo que con Millenium: me da mucha pereza acudir a lo que insisten la prensa, la radio, la televisión, los conocidos, los amigos, la familia y hasta los políticos... Así que acabo cogiendo las novedades cuando ya casi amarillean sus páginas. Es más reposado. Pero volviendo a El tiempo entre costuras, con dos tercios de la novela aún por leer, y por tanto con una opinión aún no demasiado formada, se me viene una pregunta a la cabeza... ¿Por qué la literatura española actual huye sistemáticamente del mundo que nos rodea?
domingo, 9 de diciembre de 2012
El Monstruo
Aquella mañana acompañaba a P. y a R. en aquel viejo claustro, que nos protegía del sol de agosto, de las oleadas de luz intensa. De ese cielo azul que nos aplasta, bajo el que no somos nada. Alcé la vista. Aminoré el paso. Te miré.
Besaste a P. y a R. con desenfado, de forma casi aparatosa, como siempre fue tu costumbre. ¿O tal vez no era más que la sensación que transmitía tu cuerpo, tan poco mediterráneo, tan continental? Proyectaste tu cara hacia mí de forma imperceptible, durante una décima de segundo, y con la misma rapidez la retiraste. Porque yo permanecí impasible, un poco atrás, y me limité a saludarte con la mano, sin ninguna intención de besarte.
Besaste a P. y a R. con desenfado, de forma casi aparatosa, como siempre fue tu costumbre. ¿O tal vez no era más que la sensación que transmitía tu cuerpo, tan poco mediterráneo, tan continental? Proyectaste tu cara hacia mí de forma imperceptible, durante una décima de segundo, y con la misma rapidez la retiraste. Porque yo permanecí impasible, un poco atrás, y me limité a saludarte con la mano, sin ninguna intención de besarte.
Estación Alpina
Había hecho cientos, miles de veces, ese mismo trayecto. Salía de una estación alpina situada en un pequeño valle, un mar verde rodeado por montañas de cumbres nevadas. Un enjambre de raíles y traviesas se abría en racimo unos cientos de metros más adelante y yo seguía por la vía que se precipitaba directamente hacia el primer túnel. Siempre era emocionante.
viernes, 7 de diciembre de 2012
Dicen que la ausencia de noticias es una buena noticia
Una amiga me comenta que ha dejado de ver los telediarios, que ya no escucha los informativos de radio y que prefiere no volver a abrir un periódico. “Sólo traen malas noticias”, se queja, “es insoportable, llevamos años con la misma canción”. Hasta donde alcanza un ciudadano bien informado, todo es paro, deuda, política de baratillo, violencia, males sin fin en el mundo... Acabo de repasar el periódico de hoy y, en efecto, no hay una sola información que produzca sensaciones positivas. Todo lo más, las páginas de deportes, que nos conducen a una tibia situación vegetativa.
miércoles, 28 de noviembre de 2012
La prensa escrita vende un millón menos de periódicos que en 2007
Que el periodismo es una profesión en crisis es desde siempre una enfermedad crónica. Que la industria periodística cae en pìcado es el resultado de los abusos de las empresas hacia sus trabajadores y su público. Elaborar el producto informativo conlleva una responsabilidad social que ha sido repetidamente arrinconada y ultrajada, en aras del máximo beneficio en el menor tiempo posible. Y de la máxima influencia política aunque esto implicara el atropello de todas y cada una de las normas, profesionales y éticas, del periodismo. El resultado es el declive de la prensa escrita, en el que tiene mucho que ver la crisis económica, pero aún más la falta de respeto hacia los lectores. Se venden un millón de periódicos menos que en 2007, según informa elconfidencial.com. ¿Quiénes son los responsables de este desastre?
jueves, 22 de noviembre de 2012
Murakami me cansa
De Haruki Murakami no tenía más noticias, hasta hace poco, que el trajín que había en la biblioteca de Villavieja con "1Q84", en sus tres libros agrupados en dos volúmenes. Un best seller japonés en Occidente, con sello de literatura fantástica y escritura de calidad, no se presenta a tiro todos los días. Así que pedí prestados los dos volúmenes de "1Q84" con toda la voluntad de que me gustara la aventura. Ya estoy acabando el tercer libro. Y he de confesar que Murakami me cansa.
martes, 20 de noviembre de 2012
Más de 6.200 periodistas han perdido su trabajo desde 2007
Imagen de El Observador |
martes, 13 de noviembre de 2012
Noches
Ahora que las noches son tibias y que las vigilias se alargan, que ese mundo del revés se deja la puerta abierta y a mi espalda se embosca el aire frío de la madrugada, que la luz dormita silenciada... Ahora que la destemplanza atraviesa habitaciones, que la oscuridad se derrama entre los dedos, que los sueños se vencen... Ahora las noches me envuelven, cálidas como tu piel, y me susurran las palabras de tu nombre.
Villavieja, año cero
Villavieja se derramaba desordenada y confusa al pie de Sierra Oscura. El Castillo apuñalaba la roca viva y de la herida manaban ladera abajo las calles angostas y serpenteantes, que rodeaban las manchas blancas de los barrios antiguos, las salpicaduras grises de los palacios renacentistas y la afilada virilidad de los campanarios de las iglesias. Las nubes escondían la corona de la sierra y se desgajaban, dóciles, entre los desfiladeros.
Roosevelt tenía razón
lunes, 12 de noviembre de 2012
Te comeré el último, amigo
Polifemo bebió [vino] ávidamente, pidió un segundo cuenco, pues en toda su vida había probado una bebida más fuerte que el suero de la leche, y condescendió a preguntar a Odiseo su nombre.
—Mi nombre es Oudeis —contestó Odiseo—; o al menos así me llaman todos, para abreviar.
Ahora bien, «Oudeis» significa «Nadie».
—Te comeré el último, amigo Oudeis —le prometió Polifemo.
Tan pronto como el cíclope cayó en un profundo sueño de borracho, pues el vino no había sido mezclado con agua, Odiseo y los compañeros que quedaban calentaron la estaca en las ascuas del fuego y luego la clavaron en el ojo único de Polifemo y la retorcieron en él, haciendo fuerza Odiseo desde arriba, como cuando se taladra un agujero en la tablazón de un barco. El ojo silbaba y Polifemo lanzó un horrible gemido, que hizo que todos sus vecinos acudieran corriendo desde cerca y de lejos para saber qué sucedía.
—¡Estoy ciego y sufro terriblemente! —les gritó Polifemo—. ¡Y Nadie tiene la culpa!
—¡Pobre infeliz! —contestaron ellos—. Si, como dices, nadie tiene la culpa, debes ser víctima de una fiebre delirante. ¡Ruega a nuestro Padre Posidón que te cure y deja de hacer tanto ruido!
"Los mitos griegos II". Robert Graves
Suscribirse a:
Entradas (Atom)