martes, 30 de julio de 2013

Leer es de psiquiatra



Angélica Liddell (fragmento de la portada de SModa)

La clase media baja es deprimente, sí. Pero es mi patria


“La clase media baja española es deprimente”. Leí esta frase entre divertido y airado, pues atribuyéndole una buena dosis de razón también es cierto que la clase media baja es mi patria. Fue el sábado por la mañana, a poco de levantarme. Quería comprar el periódico y L. me acompañó hasta el quiosco, en realidad una oquedad en una casa antigua situada frente al teatro. A escasos metros está el Café del Centro y era el momento de compartir las noticias con las tazas humeantes, el aceite, el tomate, el mollete y el zumo de naranja. Lo que se llama desayunar en buena compañía.

miércoles, 24 de julio de 2013

El mar, el hombre, el pez



Fotograma de "El viejo y el mar", película de Alexander Petrov

Había terminado de leer una serie de estudios históricos sobre el auge y decadencia de los Austria, y estaba un poco saturado de esa Castilla en quiebra perpetua y de esos reyes que todo lo hacían por el prestigio de su dinastía y por la defensa de la religión. Hasta cargarse un imperio, que ya hay que ser coherente. Así que en uno de esos ratos en que una mosca zumba alrededor de mi cabeza, en la penumbra de la habitación, eché un vistazo a la estantería en la que L. hacina buena parte de sus libros. Tardé varios minutos en descubrirlos, pero allí estaban, esperándome, los personajes que me ocupan estos días: el mar, el hombre, el pez.

sábado, 20 de julio de 2013

Piedra sobre blues




L. lleva treinta años en Antequera y nunca había estado en el Festival de Blues. No puede recordar, pues, los días en que estos ritmos extraños se propagaron agarrados de la mano del viento de verano, a veces plácido y a veces furioso. Notas ajenas que dejaban perplejos a unos pocos curiosos, que sonaban a presente y no a pasado, que eran recibidas con alborozo por un reducido grupo de personas muy viajadas.

miércoles, 17 de julio de 2013

Una historia de amor por el amor



El actor Jean-Pierre Léaud. O lo que es lo mismo, Antoine Doinel

Es la historia de un personaje desde su infancia hasta su madurez, en cuatro películas más un cortometraje. Y es la historia del director, François Truffaut, y del actor que encarnó a Antoine Doinel, Jean-Pierre Léaud, desde que tenía trece años. Exactamente, entre 1959 y 1978. Porque 1959 es el año de Los 400 golpes, película emblemática de la nouvelle vague, en la que Doinel /Léaud entra en escena. Era el principio de una historia de amor por el amor.

lunes, 15 de julio de 2013

Una rueda pinchada



 

El gato encaja y en el informativo de la radio dan la noticia de los SMS entre Rajoy y Bárcenas


Una rueda pinchada es lo que encontré ayer cuando me disponía a volver a casa desde Málaga. Había estado dos semanas de vacaciones con mi hijo, en Antequera, que es donde vivo. Mi ex se fue de viaje y en esas ocasiones me deja su coche, bastante mejor conservado que el mío. Así que dejo mi desvencijado Citroën Xsara ante su domicilio malagueño y me llevo su Opel Zafira.

viernes, 12 de julio de 2013

La esquela

Relato finalista del Certamen de Declaraciones de Amor "Dime que me quieres" 2013 (Ayuntamiento de Málaga)


Este relato está basado en personas y acontecimientos reales. Se han respetado los fragmentos textuales de la historia localizados a través de Internet, cambiando fechas, lugares y nombres para proteger la identidad de sus protagonistas



No soy un necrófilo. Tampoco me fascina la muerte, al contrario. Tengo por norma no acudir nunca al cementerio, ni siquiera para visitar a las que un día fueron personas a las que quise. Para mí la vida sigue y los recuerdos permanecen por sí mismos. ¿Qué motivo puede impulsar a nadie a sustituir la imagen de una sonrisa, una mirada de amor, el sonido de una voz, por la gélida presencia de una lápida encastrada sobre un nicho? Prefiero cerrar los ojos y dejarme invadir por las sensaciones de los que ya no están. A veces me sorprendo en una callada conversación con alguno de ellos. En ocasiones un jirón de luz se derrama entre las nubes en un día otoñal, alguien cruza la calle apresurado, unas manos sostienen “Rayuela” en la terraza de un café. Y entonces un rostro se encarama a mi memoria, una expresión peculiar, una manera de tocarme. Así ha sido desde que, en vez de añadir años a mi existencia, empecé a descontarlos y de pronto hallé huecos entre quienes me acompañan en este viaje. Nunca me imaginé persiguiendo a la muerte para que me explicara una vida.

Paul Auster es escritor

Cristina Consuegra también es escritora
Leo estos días La trilogía de Nueva York, de Paul Auster. Tras mi experiencia con El tiempo entre costuras, de María Dueñas, los textos de Auster me reconcilian con la literatura. Un escalofrío recorrió mi espinazo cuando leí las primeras líneas de la trilogía y pensé, emocionado: "Paul Auster es escritor y esto es un libro".

Dique seco


Tras varios meses en el dique seco, reposando la necesidad real de mantener un blog, he llegado a la conclusión de que no existe esa necesidad. Y eso es precisamente lo que más me ha animado a retomarlo y difundirlo: no tengo ninguna obligación, no es una responsabilidad con terceros, no hay más motivos que hablar de lo que me gusta. Repasando la entrada anterior a ésta, la dedicada a la película de Almodóvar, he recordado que por aquellas fechas me desvivía por ir a ver Ana Karenina. Una delicia de película, dicho sea de paso, que hube de disfrutar en Granada, porque en Antequera no se tuvieron noticias de ella.