jueves, 29 de agosto de 2013

Libros gratis en un lugar llamado Capricho


Nos encontramos de repente ante dos cajas de cartón repletas de libros. En sus costados alguien había escrito con rotulador: “LIBROS GRATIS”.  Miramos a nuestro alrededor, temiendo que de un momento a otro surgiera de la nada un voraz vendedor que quisiera colocarnos una enciclopedia escolar ¡en papel! O un par de cámaras de televisión arropando a un presentador intrépido, con la malsana intención de atraparnos en un concurso de televisión callejero.

martes, 27 de agosto de 2013

Un pedigüeño a la puerta de una librería

Librería San Pablo, en Madrid
Madrid está sucia y arrecia su marea de gente. A pesar de ser agosto, hay momentos en que cuesta trabajo andar por sus calles más emblemáticas: Sol, Carretas, Alcalá, Gran Vía, Huertas, Arenal, Plaza de España… ¿No quedamos en que se iba todo el mundo? Hace calor, llevas todo el día en la calle porque hay que aprovechar el fin de semana antes de tomar el tren de regreso. No sudas, sino que te desbordas. Te paras ante una máquina expendedora de agua y enseguida alguien se acerca y te pide dinero. Te detienes en un quiosco para comprar el periódico y te susurran casi al oído rogando unos céntimos. Improvisadas camas de cartón se esparcen aquí y allá, con la intemperie como techo. En esos momentos te preguntas qué significa que empezamos a salir de la crisis, y qué clase de insensible sociedad es la que permite este desolado panorama.

martes, 20 de agosto de 2013

Perseguir la prensa en domingo

Comprar el periódico no es tarea fácil. El domingo pasado me levanté temprano, bastante antes de lo que hubiera querido. Pero es cierto que conforme se van cumpliendo años se necesitan menos horas de sueño. Y, lo que es peor, se disfruta menos la pereza. Pero era temprano y tenía tiempo que llenar. Así que a las 9:30 de la mañana me acerqué a la puerta de casa y L. me gritó desde la cocina: “¿A dónde vas?” Ella se quedó preparando el desayuno y yo, muy feliz, recorrí los cincuenta metros que separan la vivienda del quiosco. En siete minutos estaría de vuelta. Bueno, quizás ocho.

viernes, 16 de agosto de 2013

“Renoir” es una buena película


La película Renoir comparte su punto de partida, casi literalmente, con El artista y la modelo, de Fernando Trueba. Eso no es malo ni es bueno; es simplemente una coincidencia. Peor síntoma es que compartan también una rémora del cine español de los últimos años, que parece extenderse al europeo: el ajuste de los guiones y del ritmo narrativo. Renoir es una buena película, pero en demasiados momentos aparenta que no pasa nada. Eso, en una época en la que los jóvenes están acostumbrados a ritmos sincopados y el desarrollo vertiginoso de las historias, es pecado mortal.

martes, 13 de agosto de 2013

Tarifa plana en el cine



Cine Madrigal, en Granada

La tarifa plana en el cine es una realidad. No es sólo que se esté extendiendo en otros países, es que ya tenemos casos en España. En Barcelona, las salas Girona, dedicadas a películas independientes, cobran 30 euros por todo el año, sin límite de films. En cinco días han vendido 3.500 abonos. En las salas El Punt, también catalanas, y centradas en el cine más comercial, la tarifa plana es de 22,50 euros al mes. En Alzira (Valencia) se pueden ver todas las películas que se quieran por 20 euros mensuales.

jueves, 8 de agosto de 2013

De la falta de respuestas a la ausencia de preguntas

Foto: APIA
Los periodistas sobramos en los medios de comunicación. Somos un estorbo. Nos empeñamos en preguntar y preguntar. La mayoría de estas preguntas, a lo largo de la historia del Periodismo, han sido insatisfactoriamente  contestadas o, simplemente, desoídas. Ha sido entonces cuando este oficio de tinieblas ha justificado su existencia, porque quien no puede dar explicaciones a la opinión pública, o las da de forma deficiente, queda automáticamente inhabilitado para según qué responsabilidades.

lunes, 5 de agosto de 2013

De paseo por la calle Mayor



Betsy Blair y José Suárez, en "Calle Mayor"

En las ciudades provincianas no se es nadie si no se pasea por la calle Mayor. Hay que imaginarlo en blanco y negro, yendo y viniendo, saludando a izquierda y derecha. Hay que pararse con quien hay que pararse, y formular o soportar las preguntas que hurgan directamente en la vida privada. Con o sin circunloquio.