La Organización Internacional del Trabajo (OIT) acaba de dar a conocer que en 2013 el paro en el mundo subirá hasta los 200 millones de personas. Como en España va a ser difícil bajar de los 6 millones (¡qué más quisiéramos!) la cuenta es simple: este año el 3 por ciento de los desempleados del planeta será español. Nuestra población es un 0,75 por ciento de la mundial.
Actualmente el paro en el mundo es del 5,9 por ciento. En España supera ampliamente el 25 por ciento. Los jóvenes del planeta que no encuentran trabajo son el 12,6 por ciento y en España estamos muy por encima del 50 por ciento. Precisamente la OIT pone a la juventud española como ejemplo de buena calificación profesional pero sin oportunidades laborales.
De vez en cuando pasan por el sindicato en el que realizo tareas de liberado sindical, UGT, jóvenes menores de 20 años preguntando por cursos de formación para desempleados, que por cierto han sido cortados de raíz por la Administración Pública. Se les informa de los requisitos para solicitarlos: fotocopia del DNI, de la tarjeta del paro y de los títulos que tengan. Como mínimo, el Graduado Escolar. Pues ya en varias ocasiones se han ido sin solicitar nada, porque no tienen el Graduado.
En efecto, tenemos una juventud muy cualificada y muy bien formada. Pero detrás llega otra generación que parece llevar ya a sus espaldas el estigma del fracaso escolar, en índices que no puede asumir ninguna sociedad. Definitivamente, ampliar la edad de la educación obligatoria no ha sido sinónimo de salir del instituto al menos con un título básico.
El otro extremo es un minúsculo destello de esperanza: hoy han venido un par de personas preguntando por cursos para empleados.
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